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ELECTROLITOS
¿Por qué hacer el análisis?
Para detectar cualquier problema en los fluidos del organismo y en el equilibrio electrolítico.
¿Cuándo hacer el análisis?
Como parte de un chequeo rutinario, cuando existe una sospecha de exceso o déficit de uno de los electrolitos (normalmente el sodio o el potasio) o si hay sospecha de desequilibrio ácido-base.
¿Qué muestra se requiere?
La determinación se realiza a partir de una muestra de sangre venosa, orina o sudor.
¿Es necesario algún tipo de preparación previa?
Para esta prueba no se necesita ninguna preparación especial.
¿Qué es lo que se analiza?
Los electrolitos son iones con carga eléctrica que se encuentran en los tejidos y en la sangre en forma de sales disueltas. Ayudan a hacer entrar a los nutrientes dentro de las células y a eliminar los productos de deshecho, mantienen un equilibrio hídrico saludable y ayudan a estabilizar el pH del organismo. El panel de electrolitos determina los principales electrolitos del organismo: sodio (Na+), potasio (K+) y cloruro (Cl-).
La mayor parte del sodio se encuentra fuera de las células, en el plasma, donde ayuda a regular la cantidad de agua en el organismo. El potasio se encuentra fundamentalmente en el interior de las células, aunque también se encuentra en el plasma en cantidades pequeñas. La monitorización del potasio es importante. Pequeños cambio de K+ pueden afectar al ritmo cardiaco y a la capacidad de contracción del corazón. El cloruro se mueve dentro y fuera de las células para mantener la carga eléctrica neutra, y su concentración suele reflejar la del sodio.
El sodio, el potasio y el cloruro provienen de la dieta; se excretan a través de los riñones.
¿Cómo se utiliza?
El panel de electrolitos suele solicitarse como parte de un chequeo rutinario, tanto de manera aislada como parte de un panel metabólico básico o extenso. Se utiliza para el cribado de un desequilibrio electrolítico o ácido-base y para monitorizar el efecto de un tratamiento en un desequilibrio ya conocido que afecta a alguna función orgánica.
El nivel de cloruro en el sudor se usa para diagnosticar la fibrosis quística en niños, la prueba del cloruro en sudor aún es el estándar.
¿Cuándo se solicita?
Puede solicitarse como parte de un chequeo de rutina o como ayuda diagnóstica cuando el paciente presenta síntomas como edema, náuseas, debilidad, confusión o arritmias cardiacas. Suele solicitarse con cierta frecuencia en pacientes que tienen una enfermedad crónica o aguda y que están tomando medicación que pueda alterar el equilibrio electrolítico. Los electrolitos se usan muy frecuentemente para monitorizar el tratamiento de ciertas enfermedades como la hipertensión arterial, la insuficiencia cardiaca y las enfermedades renales y hepáticas.
¿Qué significa el resultado?
Las concentraciones de los electrolitos se ven afectadas por su ingesta en la dieta, por la cantidad de agua del organismo y por la cantidad de electrolitos excretados a través de los riñones. También se ven afectados por componentes como la aldosterona, una hormona que se encarga de conservar el sodio y aumentar la excreción de potasio, y el péptido natriurético, que aumenta las pérdidas renales de sodio.
Existen algunos trastornos en los que uno o más electrolitos se encuentran alterados. El médico suele valorar el panel electrolítico de una manera global pero prestando especial atención en las concentraciones de sodio y de potasio. Las personas que sufren problemas renales, por ejemplo, pueden retener un exceso de fluido en el organismo y diluir las concentraciones de sodio y de cloruro, de manera que se encuentran por debajo del rango de normalidad. Quienes sufren una importante pérdida de fluidos pueden tener concentraciones elevadas de sodio, potasio y cloruro. Los electrolitos pueden verse afectados también en algunos tipos de insuficiencia cardiaca, en problemas nerviosos y/o musculares y en la diabetes.
El conocimiento de qué electrolito se encuentra en desequilibrio ayuda al médico a determinar la causa y el tratamiento para restablecer el equilibrio. Si no se trata, el desequilibrio electrolítico puede conducir a mareos, calambres, pulso irregular y posibilidad de muerte.
